Hace de todo, no pitea por nada

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este es el testigo y cómplice

martes, 16 de agosto de 2011

La venganza del maniquí negro


Estaba en el almacén, hacía un buen tiempo, al fondo del local. Veía trabajar todos los días, a Pedro, donde hablaba con Martín muchas cosas. Incluido la ojeriza de Carmen contra los trabajadores de la librería, y q significó, botaran a la secretaria y a un administrativo, y ahora se metía con Juan. Hablaban de su incompetencia en el trabajo, criticaban sus abusos, negligencias, intromisiones e ignorantes órdenes y decisiones. Comentaban muchas cosas los trabajadores, en ese discreto ambiente remodelado.

El día de la inauguración de la librería, ella fue al fondo del local, al almacén; xq no había disponible personal xa sus requerimientos y fue sola. Muchos invitados, entre los q estaban todas las autoridades y proveedores, abarrotaron el salón lleno de estantes, libros de todo tema y fotografías de sus autores decoraban las paredes. De afuera, la conversación y el barullo de la gente sintió atenuado, más cuando detrás de ella se cerRó la puerta metálica. Pensó q era Lucar q le hacía una jugada, una pícara broma.

El cuarto, con una pequeña ventana q apenas filtraba a un extremo algo de luz q se extraviaba entre estantes, ahora en penumbra, dejó escuchar unos torpes pasos que se le acercaban. Sus deseos escondidos y reprimidos, tendrían un veloz e inesperado desfogue qla lubricaba. La osadía es excitante... Más, xa alguien desadaptada y cursi y solitaria y poco sociable.

Lucar?.. Lucar? No seas gracioso he venido por vasos descartables... No juegues, estamos apurados y no estamos solos.... Sintió q con un gesto varonil la cogió de la cintura, la besó y le agarró el trasero, con un gesto màs q sensual y diferente del q le conocía. Agitada, al final se dejó llevar cuando sintió un cuerpo atlético q la aprisionó. Quiso retirarse pero no pudo. Un golpe brusco y se sintió en el aire con el pantalón abajo. Golpeada sintió un dolor en la cadera q no se pudo quejarse ni pronunciar palabra alguna... !!A mis amigos nadie los maltrata.... Machona infeliz y frustrada!!, dijo la voz torpe y quebrada. La adrenalina y su alterado corazón hizo q Carmen se safara y salió gritando, como quien ve el demonio, entre el barullo y el asombro de los asistentes. !Era una mujer enloquecida y con los ojos desorbitados...! Salió despavorida del local, empujando a los asistentes y desapareció.

La seguridad del director entró con pistolas en mano.
Estaban los gabinetes metálicos q almacenarían paquetes de libros. Se agacharon, movieron las escasas cajas existentes y nada... !Nada de nada!... Enarcando las cejas el personal de seguridad salió increpando...!Vaya...!
!Solo está el viejo y maltratado maniquí negro!!!!
Había un parecido en su alma... dicen

El maniquí q Carmen lo compró hace tres años para modelar los polos de souvenir del instituto en cada feria del libro, pero quedó abandonado en un rincón frío, húmedo y oscuro del almacén del fondo editorial.
Los carros dla congestionada av. Petit Thouars q circulaban a medio día, con rugientes y vetustos motores en su loca carrera, cortaron su vida como filuda navaja.
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Enviado desde mi BlackBerry de Claro.

Foto de internet. D.R

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