Hicimos mudanza por cambio de local de la librería en la Ciudad de los Virreyes. Ordenando, buscando y chequeando libros viejos o de cierta antigüedad encontré un manuscrito amarillento (con las mismas características del que perdió el céleberrimo, y "ciego de los ojos", Jorge Luis Borges en el avión) en aquel vuelo de México a Nueva York. Pero, cómo podría llegar aquí, Lima Perú? y encontrarlo en 2011?
Estuvo en una caja de archivadores, casi con hongos y polvillo; sus ganchos de algunos hasta se oxidaban, generaban tos y picazón al sacudir o limpiar el polvo. Por cierto, los q allí laburamos no sabíamos con exactitud el año de creación de la librería, aunque sí de algunos de los q fueron jefes o encargados de ese, mal administrado y mediocre negocio.
En una hoja encima decía algo así como que en un vuelo entre México y EE.UU se topó con el mismísimo Borges a quien después de saludarlo en primera clase se pasó a la cabina del piloto a saludar a un piloto conocido. Antes de bajar, vio un maletín color obispo a un lado de sus pies, supuso que era de él y se lo llevó -xa hacer de ese un motivo de conversa-, el pasajero de su lado dormitaba como la mayoría con sus audífonos. Antes, durante el vuelo, vi ese cartapasio con un manuscrito, era leído atentamente por un señor de lentes y barba rala.
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Así lo vi en el avión a Borges |
Leí aquel manuscrito, inédito, del nada menos Jorge Luis Borges. A saltos lo leí y me di cuenta que era una joya. No estaba en la lista de libros publicados por éste. Hice averiguaciones editoriales y sabían de la existencia, pero que era una joya extraviada, robada o perdida al autor, quien había hecho saber de la existencia del mismo, y que su autor falleció con ese dolor, de no saber su paradero, y menos su posible publicación. A menos que haya sido un sueño, como pensó Borges en un primer momento, y por desgracia lo dijo a la prensa en alguna ocasión.
Lo supe por Mempo Giardinelli cuando leí Luminoso amarillo y otros cuentos, allí hacía referencia de aquel borrador... tenía q ser cierto. Raul, fanático lector de Giardineli -q tenía casi todos los libros de escritor, también me confirmó su lectura, no más.
El mundo, las letras, no pueden perder descomunal tesoro; y, mi egoismo puse de lado. Como yo soy bueno, !eso me han dicho!, antes de despertarme, se lo entregué a sus herederos.
............................Foto de internet D.R
Enviado desde mi BlackBerry de Claro.
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