Siempre hay una maldita primera vez

                                                       A mi promo 82

Cuando esos dìas, todo...todO, hay q hacerlo sólo con una tarjeta de crédito, es un poco complicado, es un poco jodida la vida, recordó Jafet.

Él no había tenido sexo, hacía ya tres largos meses, en los q terminó con Marlene y las secuelas emocionales lo bloquearon, pero al apetito voraz despertó cuando se encontró con Natel, exuberante y sus carnes visibles y caderona, como él apetecía y gustaba - y así las prefería a rabiar, al menos, en los vídeos de internet. ¡Era un ángel¡¡¡¡

Tardó tres horas, entre unos tragos y comida, para tomar valor viendo ese trasero cuando iba Al baño y llevarla a un hotel. Êl podía mirarla y frotarse con disimula el bulto q se hinchaba.

El único inconveniente era la iliquidez d aquellos días. Caminaron un poco hasta q enContraron el Real Plaza y se guarecieron en una cafetería donde en su puerta de vidrio estaba pegado un stiker de tarjetA Visa. Evocaron muchas cosas del colegio, calenturas que se ocasionaron, amores e infidelidades de amigos. Ella muy bien maquillada y una sensuAlidad q matAba y arrastraba y robaba muchas miradas, discretas o indiscretas....
Por lo q veo te va todo bien...Tarjeta premium, ya no ya. Jafet sonrió y no podían ocultarse las ganas q se tuvieron y q se avivaban... Sonrieron y siguieron brindando. Se inclinó y luego las palabras sobraron, en ese rincòn de la cafetería. Los besos los ahogaron y las manos fueron el preludio.

Pasaron por la disco del tercer piso, tomaron una jarra se sangría. Ya Entonados, agitados, contentos y con el calor del ambiente, de mutuo acuerdo se encaminaron al hotel de enfrente, también recibìan todas las tarjetas de crédito.

Bordeaba la media noche, la luna llena divisaba desde arriba. Subieron la escalera. Pagó y pidió dos cervezas -ya no sabía si era de mutuo acuerdo-. Prendieron el televisor y Natel sintonizó un canal porno mientras Jafet en el baño con la discreción de los "machos" se tragó un Viagra de 100mg, q esperaba un momento especial como este, encaletado en su abultada billetera de papeles y recibos.

EntrE las bromas, su cuerpo jugoso pegado al de Natel, q bailaban y se contoneaba. Medio siglo d la habían puesto como una briosa yegua. Besó su cuello exquisitamente salado, bordeó la nuca y quedó unos segundos en los dos voluminosos pechos. Ella rió hasta que sintió dos firmen manos que la descubrieron las nalgas y el intento de bAjarle el elàstico pAntalón.
Jafet, dijo con la tranquilidad d quien sabe lo q hace... A ti como amigo, q eres bueno y gracioso desde el colegio y el barrio donde nos conocimos, sólo te voy a cobrar cien dólares... y antes que nada...!no lo tomes a mal! Tú sabes...bisnes son bisnes...

!No era un ángel¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

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PedrO Lòpez Ganvini

Imágenes de internet D.R
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