Hace de todo, no pitea por nada

Hace de todo, no pitea por nada
este es el testigo y cómplice

martes, 7 de junio de 2011

Un robo de amor



Una llovizna discreta caía por la avenida Pizarro al terminar la tarde d aquel otoño. Yo esperando a Gloria q llegaría de Piñonate.
Me guarecí bajo el viejo ficuz que se erectaba en el paradero de Villacampa, con las hojas sucias por el humo diario de los carros q feroces transitaban... Ambulantes y negocios de todo tipo alborotaban el ambiente.


Yo extrañaba a Gloria, las cosas no iban del todo bien y quería verla, verla con muchas ansias y fue así q quedamos en vernos aquel sábado. Puntual, bañado y talqueado para todo. Y con todo. Todito, todito, todo. El clima estaba xa acurrucarse.


El rico Rímac era conocido por sus quintas y callejones que cobijaban tipos del mal vivir y dueños de lo ajeno. Pero, la Cristal helada, nos confundía a buenos y malos.


A las 7 me robaron el reloj d mi hermano. A las 7 y 15 mi ipod. A las 7:30 mi billetera con la pensión de la univ. A las 7:45 me agarré a golpes con un vigilante q entraba a su turno y creyéndome "gente d mal vivir" me quiso botar del paradero, "con roche y todo".


A las 8:00 pasó Gloria en un microbús y bajaron algunos, y su llamado desde la ventana del carro q ya arrancaba me despertó, agitando la mano e intentando sacar la cabeza y gritando, me dijo q me llamaría xa vernos otro día.


Cansado y aburrido, mandando a la mierda me largué con un nudo en la garganta y erecto como el árbol de la avenida Pizarro.


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Enviado desde mi BlackBerry de Claro.

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